A las Iyá Oní Ifá, en estos cinco primeros días del 2021, se les ha acusado de todo el descalabre que ahora marca a la Regla de Ocha-Ifá. Injusto. La mercantilización, el turismo religioso, la banalización, etc., y, como consecuencia, el desprestigio de la religión es muy anterior a lo que ahora está sucediendo.