Una política racial en Cuba debe estar dispuesta a confrontarse públicamente desde ejercicios comunicativos, académicos, institucionales y gubernamentales encaminados a lograr una transformación estructural y cultural de la situación racial.
Una política racial en Cuba debe estar dispuesta a confrontarse públicamente desde ejercicios comunicativos, académicos, institucionales y gubernamentales encaminados a lograr una transformación estructural y cultural de la situación racial.