Me dirijo directamente a ti, en esta fecha, donde según la historia blanqueada que nos impartieron en la escuela, Céspedes dio la libertad a sus esclavos… y ya. Como si antes de eso no tuviéramos otra historia que la esclavización…
Para que algún día, nuestros descendientes puedan tener real libertad, de pensamiento, libertad financiera, libertad de discurso… libertad en general, debemos comenzar a unirnos y a inculcar en nuestros menores la tan importante conciencia racial. Conciencia de quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde queremos ir… Eso es imperativo.
Que nuestro pueblo negro sea uno, que entre todos impulsemos el emprendimiento negro para salir de la precariedad económica que nos consume. Que no perdamos tiempo esperando a que el gobierno de turno, del país que sea, mire hacia nuestros barrios gastados y destruidos, donde nuestros niños crecen creyendo que son malos… algo muy conveniente para esta sociedad tan blanca y racista. Dejemos de esperar a que hagan por nosotros lo que nosotros tenemos que y podemos hacer. Mejor, así nadie puede intentar cobrarnos deudas absurdas después.
Familias negras: Por un momento mirémonos. ¿Qué estamos haciendo con nuestro dinero? El poco que entra a nuestras casas, muchas veces nos lo bebemos, nos lo fumamos, lo malgastamos y dejamos de lado las primordiales necesidades. ¿Saben a dónde va a parar ese dinero?… ¿Saben a quiénes enriquece? Seguro que no es a nuestros bolsillos. Familias negras, ¿qué estamos haciendo con nuestros hijos? ¿Los estamos amando lo suficiente? Donde la sociedad enseña desprecio, prejuicios y estereotipos, nosotros tenemos que enseñar amor.
Negro es belleza
Y no es un eslogan vacío, es una realidad. Y nuestros hijos e hijas deben saberlo siempre. Y tenemos que estar ahí para recordárselos.
Vivir con los sabuesos oliéndonos los talones nos obligó a vivir el día a día, sin pensar en el mañana que era tal vez muy incierto. Pues es hora de que volvamos a soñar, a vernos grandes, a crear, a construir algo distinto. Intento abrir tus ojos para que entiendas que hay que emprender, que hay que poner el dinero a producir. Enfocarnos. Poco a poco, sí se puede. Entre todos y todas podemos ayudarnos y avanzar. Tenemos que saber que no estamos solos. El dolor común tiene que servir para ayudarnos, no para vernos caer. Y seremos cada vez más la gente negra, trayendo al mundo a niños y niñas negras que sabrán que sus mayores no nos rendimos, que nadie nos regaló nada y que uniéndonos, creamos una ola de amor NEGRO, IMPARABLE Y PRÓSPERO”.
En coautoría con Milagro Álvarez Leliebre.
Foto cortesía de BarbarA´s Power.