Desde que llegó el estrógeno a mi vida soy María Magdalena, pero no puta. Sí, porque el estrógeno cogió mis ganas de singar y les dió shift + delete.
Desde que llegó el estrógeno a mi vida soy María Magdalena, pero no puta. Sí, porque el estrógeno cogió mis ganas de singar y les dió shift + delete.