Por eso Tomasito, mi amigo, mi maestro, el que reencarna cada vez que se sacude el polvo de una muerte, se prepara para otra vida y otro regreso, mientras le decimos: !Felicidades Tomasito!
Tato
¿Qué rumbo tomará lo que pensamos?
Hasta ahora,
damos bandazos y nos dan planazos.
Así es la guerra…