No recuerdo cómo llegue al Instagram de Yohana Oviedo. Seguramente es amiga de una amiga. Lo cierto es que desde que vi a esta joven afrocubana manejarse tan diestramente en aquella plataforma no he dejado de darles “likes” a sus posts. De esa condición de fan, unida a la curiosidad que me despierta el tema del emprendimiento, la innovación empresarial, etc. nace esta conversación con ella.
Empiezo por el principio: ¿Quién es Yohana Oviedo?
Yohana Oviedo es un ser humano y además una mujer negra y cubana, radicada en México, que eligió el escenario empresarial para impactar positivamente a través de los conocimientos, dejar una impronta en el mundo de los negocios y empoderar e inspirar a las personas con alma emprendedora y a los afrodescendientes de una manera diferente, con la invitación a que se acerquen a un mundo en el cual están muy poco representados. Por eso hago lo que hago, y por eso decidí lanzar lo que por ahí llaman marca personal.
¿Qué formación tienes?
Hice la Licenciatura en Periodismo en la Universidad de La Habana. También estudié varios idiomas como el inglés, portugués y francés, y pasé diplomados en variados temas. Me encanta estar en constante aprendizaje y por eso cuando llegué a México, a través de un contrato de trabajo con una empresa agrícola para llevar su estrategia de comunicación, sentía que necesitaba otras y nuevas herramientas para seguir creciendo.
Se me despertó el interés por el emprendimiento después de una crisis existencial, cuando me percaté de que no quería trabajar para nadie más, que quería generar cambios en el escenario empresarial desde diferentes puntos de vista. Aunque esa necesidad siempre estuvo latente: honestamente, en Cuba nunca duré más de un año en ningún trabajo y, qué te puedo decir, no me gusta que me manden; me gusta que me escuchen, por eso hablo tanto y por eso doy mentorías, conferencias, talleres y etc.
Me percaté de que quería eso mismo que vi en esa empresa que me contrató, y a lo cual contribuí; quería hacerlo de una manera diferente y original. Entonces me fui a estudiar en lugar de una maestría en Comunicación, que era un terreno conocido, una en Negocios que, aunque digan que si las finanzas y que si los números y que si nada que ver con el Periodismo, las herramientas de interpretación y comunicación que adquieres en el Periodismo, en la Filosofía y en las llamadas “habilidades blandas”, que no sé por qué les llaman así, pero en fin…, son las que más me ayudaron a procesar toda esa información. De hecho, los negocios van más del análisis y otras habilidades que de números, para eso están los expertos en finanzas, administración y áreas afines a esa parte mal llamada numérica; porque los números van también de emociones, mentalidad, etc. Obviamente, debes conocer ciertos conceptos, saber ejecutarlos si es posible, pero no tienes que ser todólogo; para lograr tus metas desarrollas un equipo de trabajo con habilidades específicas.
Además, en lugar de centrarme en los números yo me enfocaba en buscar para qué me iba a servir esa información y cómo podía generar un cambio positivo con ella. Aquí hay que entender algo importante: muchas veces nos han impuesto limitaciones y estas se han instalado en parte de nuestra mentalidad, y es normal, le pasa a la mayoría de las personas. Sin embargo, cuando te preguntas la razón y el motivo detrás de algo, empiezan a llegar muchas respuestas. Si hay algo que resuelve, yo creo, la mayoría de los problemas que hoy tenemos, se llama conocimiento, y la manera de procesarlo se llama recursos de pensamiento. Y ahí empezó esta travesía.
¿Qué es la innovación de negocios?
Lo interesante de la innovación en negocios, más allá de lo cool y poder literalmente agarrar empresas y lograr que crezcan y facturen más, es ponerle a esa innovación un propósito. Es entender que detrás de esto hay una intención de que las empresas se cuestionen más, entiendan más su responsabilidad social, cultural y obviamente, económica. Entonces, la innovación de negocios es, para mí, poder incidir directamente en que una empresa, negocio o emprendimiento sea trascendental desde un propósito noble y no el típico negocio de moda o para un rato. Hacer que encuentre un propósito, una visión y se apoye en constantes estrategias que le permitan crecer, convertirse en referente en el sector y, al mismo tiempo, inspirar a otros negocios. Ahora, ¿cómo se hace? Lleva trabajo, mucho trabajo, pero es posible. La metodología propia en la que he trabajado para innovar es la parte del modelo de negocio, propósito, diseño de productos o servicios y procesos. Básicamente, si tienes un modelo tradicional, lo que vendes es una commodity y realmente no resuelve problemas reales y que hagan de este mundo un lugar mejor; no sabes por qué, para qué nació tu negocio, te preocupa la competencia, y además tiene el típico jefe o director general de ordeno y mando, tienes personal con potencialidades pero que no con los resultados esperados, entre otras cosas más, entonces necesitas innovación de negocios.
En una escala del 0 al 10, ¿cómo evalúas tu propio emprendimiento?
Yo creo que más que evaluar mi emprendimiento en términos de números asumiendo que cero es mal y 10 es el emprendimiento top, lo evaluaría en base a su propósito y congruencia y en eso voy en un 6. Siempre digo que lo más difícil es predicar con lo que crees y ese es uno de los mayores retos de los emprendedores. Y aquí viene otro tema y es el de la facturación o el dinero, y me gustaría transmitir lo siguiente: el crecimiento de un emprendimiento es directamente proporcional al crecimiento como persona. Entonces, si me preguntas, que creo que es lo que quieres saber: ¿ya tienes el emprendimiento que quieres tener? Yo te diría: estoy en el proceso. Por cierto, el dinero es una consecuencia de… Siempre digo que hay dos tipos de negocios: los basados en una filosofía y un propósito noble y los creados solo para generar dinero. Los primeros se enfocan en trascender, los segundos, en facturar. ¿Cuál está bien o mal? Pues qué te digo, tú eliges qué tipo de emprendimiento quieres y entonces empiezas a poner tus propias reglas del juego.
Dinos tres razones por las cuales crees que a la gente le cuesta trabajo emprender, personas con intereses y con plata, claro.
Según las estadísticas, los emprendedores en Latinoamérica representan solo el 10 %; de hecho, entre el 3 y el 5 % de los puestos de CEO son ocupados por mujeres. Así que los emprendedores somos una “especie” extraña, se podría decir. El tema es que nos han convencido de que el emprendimiento es duro, arriesgado, que es para generar mucho dinero, que el camino es tortuoso. En fin, todo un rollo.
El emprendimiento no es solo un tema de dinero, jamás me cansaré de decirlo; es importante querer generar cambios positivos más allá del beneficio económico. Se necesita querer plantar bandera de autonomía, libertad y justicia en un espacio donde se pueda tener una intención que rebote en, como decía, hacer de este mundo un lugar mejor. El emprendimiento es un tema de mentalidad, conocimiento, propósito, cuestionamiento, inquietud, de querer dejar una impronta positiva, más allá del ego, más allá de la fama, más allá de lo top. Para mí, un verdadero emprendedor o emprendedora tiene la nobleza en una mano y el billete en la otra, pero ambas cosas para generar cambios positivos. Entonces, si te dijera tres razones por las que a la gente le cuesta trabajo emprender serían: 1. desconocimiento, 2. miedo y 3. falta de criterio.
¿Por qué las personas afrodescendientes emprenden menos?
Por la misma razón por la cual casi no hay presidentes negros en esta parte del mundo, o existe poca o nula presencia de personas negras en muchísimos escenarios, como efectivamente en el de los negocios, emprendimientos u otras maneras de generar ganancias. Precisamente, esa es una de las razones por las cuales decidí entrar al mundo de los negocios, porque así soy: me gustan los retos y mientras más difíciles son las cosas más insisto en hacerlas.
No domino las cifras, pero estoy casi segura de que si solamente el 10 % de la población de la región es emprendedora, menos del 1 % serán afrodescendientes, y especulo que mujeres menos todavía.
El tema de que las personas afrodescendientes emprendan menos es primeramente estructural, o sea económico, y luego de mentalidad, es un tema emocional, de status quo, de desconocimiento y de limitaciones que nos han generado a lo largo del tiempo, pero no de talento. Como te decía anteriormente, hay que despertar la consciencia. No se trata de caer en ese positivismo tóxico de motivación de tú puedes y bla bla bla. Es entender que hay muchos espacios donde puedes dejar una impronta, un mensaje y generar cambios positivos y desde las herramientas del emprendimiento se puede hacer. Para lo anterior se precisa gestionar recursos, hacer mucho trabajo interno, generar nuevos hábitos, aprender habilidades, documentarnos, indagar, cuestionarnos qué queremos hacer, por qué y para qué, y así llegar al siguiente nivel.
Creo que la afrodescendencia y la negritud tienen que verse también desde una perspectiva de abundancia y prosperidad, donde se pueda demostrar a través del emprendimiento y de este escenario el merecimiento y el talento de las personas negras, y una manera de hacerlo es desde la representación responsable, con propósito, en el mundo de los negocios. Existe un orden social de evaluación, de privilegios y además patriarcal y todos lo sabemos, aunque algunos no lo reconocen, pues el emprendimiento de las personas negras es una manera de mostrar otro lado de la realidad para que este escenario no sea otro más para inclinar la balanza hacia un solo lado.
¿Qué políticas públicas implementarías para estimular el afroemprendimiento?
Ufff, complicado, y no sé qué tanto quepa esto que voy a decir dentro del concepto de políticas públicas pero sería fundamentalmente un sistema educativo más centrado en herramientas emocionales, impulsar “habilidades blandas”, generar criterio propio y una cultura del verdadero conocimiento. Y aunque estas políticas sean públicas, insisto en la responsabilidad de cada quien de asumir el conocimiento como una bandera en todas las batallas. Es mi mayor recomendación.
¿Conoces de afroemprendimientos escandalosamente exitosos? ¿Nos podrías mencionar alguno?
Sí, claro, estoy dando una entrevista para uno de ellos. Aquí hay un tema que algunas personas necesitan entender y es cuál es tu concepto o definición de éxito, qué es éxito para ti y defínelo en letra y en papel. ¿Generar un cambio es éxito? ¿Generar millones de dólares es éxito? ¿Ser auténtico es éxito? Cada quien debe definir su concepto de éxito y sobre eso se podrá saber con claridad hasta dónde se quiere llegar. Asumir un concepto de éxito generalista es un peligro y por eso mucha gente no emprende, porque no quiere pasar por el dolor y la vergüenza del fracaso de no tener los millones y los súper carros y las cuatro empresas.
Todos los emprendimientos creados o fundados por afrodescendientes o donde los afrodescendientes tengan participación y estén generando cambios positivos de mentalidad, a nivel individual, en sus comunidades, de la vida en general y con un mensaje poderoso, son exitosos.
En tu página, cuando hablas de legado, reconoces que el escenario empresarial cambió tu perspectiva sobre la vida y cómo querías vivirla. ¿A qué te refieres?
Sí, definitivamente el escenario empresarial cambió mi perspectiva sobre la vida. Lo más importante es que me hizo darme cuenta de que hay espacios donde se pueden hacer grandes cosas no por ego, o fama, sino con la intención de enviar un mensaje que la gente necesita escuchar. Cuando tú envías un mensaje poderoso y contrario a lo que tradicionalmente se hace ya estás impactando, y cuando lo hace alguien que no es habitual que esté en ese espacio, pues más probabilidades hay de que la gente deje de estar como zombie consumiendo más de lo mismo y voltee la mirada a algo que le haga caer en consciencia. Además de todo esto, el mundo de los negocios me ha aportado increíbles herramientas para poder focalizar y expandir mis talentos. Siempre digo que el conocimiento mata el miedo, y es algo que siento que aún no se comprende.
Cuando hablo de legado en el escenario empresarial estoy hablando de que los negocios no son para un rato. Yo creo firmemente en que se pueden construir negocios que dejen una impronta positiva, originales, que trasciendan y dejen una huella para la posteridad, que tengan una filosofía y una ideología que humanice algo que al final te voy a vender en forma de producto o servicio. El mejor negocio y el mejor marketing no es el que te indica que un producto o servicio te va a resolver un problema, el mejor marketing es el que entiende cuáles son los problemas que nos están deshumanizando y hace algo al respecto.
¿Crees que sea productivo crear una comunidad afrocubana en línea, tipo grupo de Facebook, donde se trabaje para fortalecer las habilidades, competencias para el afroemprendimiento?
Sí, definitivamente. De hecho no solo afrocubana, afro en general. Los afrodescendientes deben entender que el mundo de los negocios también es para ellos, y así como han ido ganando representación en el arte, la ciencia, las comunicaciones, también en el emprendimiento lo pueden hacer. Y una de las premisas que tengo es apoyar los proyectos afro, y una de las deudas pendientes es impulsar el afroemprendimiento con más fuerza, aunque siendo honesta ya lo estoy haciendo y, congruentemente, empecé por mí, por mi marca personal. No podría hablar de afroemprendimiento solo por ser negra y haber participado en dos o tres proyectos; sería una gran incongruencia.
Por último, ¿quisieras hacer un pronóstico acerca de las próximas tendencias del emprendimiento? ¿En qué sectores se van a concentrar las experiencias más exitosas?
Honestamente, no me gusta hacer pronósticos, es muy propio de los gurús y tal, aunque a la mayoría de las personas les encanta que les den una visión de experto sobre el futuro del campo donde ese experto se desempeña. Experiencias exitosas pudieran haber en todos los sectores, depende más de la consciencia y la voluntad humana que de otra cosa. Ahora, si tomamos como concepto de éxito la facturación y las industrias que generan mucho dinero, te diría que obviamente la de la tecnología, la de la educación (jajaja), de la cual a fin de cuentas formo parte, la musical, obviamente. Aunque ya sabes lo que pienso cuando hablamos de éxito.
Volviendo a lo de las tendencias del emprendimiento te diré algo: no hay malos ni buenos negocios; hay emprendimientos con propósito y sin propósito, los que generan talento y otros que no, hay negocios para un rato y los que sí quieren trascender. El mundo está cambiando y las empresas también. La innovación de negocios es la búsqueda del cambio. Las personas van a necesitar empresas radicalmente diferentes y que sean una extensión de ellos mismos. Nosotros como humanos, al fin y al cabo, necesitamos sentirnos parte de una idea, y los emprendimientos que entiendan bien esto son los que verdaderamente van a impactar positivamente en el mundo de los negocios y en la vida de las personas.
Foto: Cortesía Yohana Oviedo