Suave, tócame, con todos tus poros, con todas las ganas, con todas tus curvas, con todos tus gordos, con todas tus estrías, con todas tus tristezas y alegrías. Suave, tócame, bébeme, siénte-me, mi panza moviéndose al compás de tu música, de las ondas de tu cuerpa, de tu pelo, de tus vellos, de tus piernas, de tus dedos, de tus deseos. Suave, tócame, tócate, mójame, mójate, con el sudor de nuestras frentes, de las entrepiernas, de las sombras. Gota a gota efervescente. Suave, tócame fuerte. Siente entre tus dedos mi grasa rebelde. Foto: Eduardo Gorghetto