El broderage[1] es usado en general para referirse al lazo de amistad y afecto entre hombres cishetero. Hay quien dice: “los hombres aman a otros hombres y odian a las mujeres”. Es como si hubiese una expectativa de que en las relaciones con las mujeres existiría violencia, a diferencia de los vínculos entre hombres cis, en los que se presume que existiría cuidado, responsabilidad y cariño.

La masculinidad cishetero tiene en su base la violencia, incluso entre ellos mismos. Si cerca del 95% de los asesinatos mundiales son perpetrados por hombres cis, consta también que el 80% de sus víctimas son otros hombres cis (UNODC, Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen). Hay una matanza interna, y el racismo estructural es un elemento de peso en esos datos.

Además de eso, los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en Brasil y en el mundo. No son muertes provocadas por problemas mecánicos. En su gran mayoría son ocasionadas por la imprudencia de los choferes. Nuevamente, la escasez de herramientas que hombres cishetero poseen para lidiar de modo saludable consigo mismos y con otres, los conduce casi siempre a accionar la violencia como resolución de cualquier frustración o conflicto psicosocial.

La asociación del broderage con nociones de afecto, respeto y cuidado de por sí es problemática. En las filas de visita de las cárceles no están los hombres cuidando de sus socios, son las mujeres las que están allí. En caso de enfermedad de los amigos, no son ellos quienes limpian, cocinan. El jefe millonario no garantiza un salario digno a su brother que trabaja como portero. Ciertas lecturas del broderage ignoran las relaciones raciales, de clase social, discapacidad y sexualidad. Los hombres cis acostumbran a apoyarse, por ser hombres, cuando se trata de fortalecer la misoginia.

Igualmente, la blanquitud, la monogamia, la heteronormatividad tampoco han cumplido sus promesas de salud, calidad emocional ni siquiera entre los mismos hombres cis. Es una trampa pensar que la hegemonía es saludable consigo misma. Es debido a la idealización de esos lugares por lo que tantas veces los envidiamos. No existe salud de ese lado, ni siquiera entre ellos mismos.

La lucha anticolonial liberarará, en última instancia, al propio blanco de su blanquitud, al hetero de su heteronorma y al hombre cis de su machismo. En vez de atribuir calidad a algo por el simple hecho de que ese algo nos es negado, es preferible que podamos tener nuestros propios criterios de lo que es afecto, salud y buen vivir.

Traducción: Yarlenis Mestre Malfrán


[1] Entendido como alusión a brothers, socios.

Foto: Ayo Ogunseinde.

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