Foto: Dianella Fernández

muchas personas blancas que quieren una guía sobre cómo actuar de forma antirracista parecen tener la expectativa de estar libres para siempre de las acusaciones de racismo.

vale recordar que el proyecto colonial tiene cinco siglos de funcionamiento, lo que nos permite verlo como la estructura sólida, rígida y monolítica que es. conecto ese presupuesto al pensamiento liberador de audre lorde —quien dice que “las herramientas del amo no destruirán la casa grande”—, para preguntar: ¿cómo desmontar rigidez con rigidez?

la experimentación me parece más fructífera, porque supone que los seres humanos (noten: no dije raza humana) vivimos procesos existenciales. por eso, pensar la subjetivación de la blanquitud desde un deseo antirracista como un proceso constante, en des/construcción, sin fórmulas estables aplicables a cualquier contexto y en cualquier momento, puede parecer difícil para las personas blancas, históricamente acostumbradas al confort existencial que les brinda el racismo (basado en explotación de personas negras, indígenas, gitanas, en fin, racializadas).

por ejemplo: “¿dime si se dice prieta o negra?”. Con años de debate terminológico en los movimientos sociales, para algunos “lo correcto” es decir prieto, para otros, negra, pero todavía hay gente blanca queriendo que yo dé una respuesta perfecta y rápida que puedan usar con cualquier persona negra/prieta.

esto significa asumir que nosotras, personas negras, somos todas iguales (la homogeneización/descomplejización es una de las estrategias más clásicas del racismo colonial), además de señalar la prisa blanca en ser incuestionable, infalible, “antirracista certificado”. no obstante, cualquier proceso de subjetivación es constante, se realiza a lo largo de la vida, no es lineal y no tiene garantías.

mi invitación en los cursos sobre privilegio blanco ha sido a que habiten el malestar. ahí emerge la pregunta: ¿cómo vivir la blanquitud desde un lugar crítico/incómodo sin caer en la trampa de la culpa blanca, que es moralista, sacrificial, paralizante, e impide una responsabilización efectiva?

Traducción: Yarlenis Mestre Malfrán

Foto: Dianella Fernández

Nota de la editora: el uso de minúsculas a lo largo del texto es una decisión de la autora del artículo.

Print Friendly, PDF & Email